Guinness Storehouse

🍺 Descubre el hogar de Guinness

Descubre la historia de la cerveza más emblemática de Irlanda en la mundialmente famosa Guinness Storehouse de Dublín.

Una visita obligada en Dublín

Situada en el corazón de la histórica fábrica de cerveza St. James's Gate, la Guinness Storehouse es una de las atracciones más visitadas de Irlanda, y con razón. Distribuida en siete plantas en torno a un vaso de pinta gigante, esta experiencia autoguiada le adentrará en la historia, el proceso de elaboración y el legado mundial de Guinness.

Del grano al vaso

Descubra cómo cuatro sencillos ingredientes -agua, cebada, lúpulo y levadura- se unen para crear la mundialmente conocida cerveza negra. Explore cada paso del proceso de elaboración, desde el tostado de la cebada hasta la fermentación y maduración, todo ello narrado a través de exposiciones inmersivas y equipos originales de la fábrica de cerveza.

La historia se une a la innovación

The Storehouse no sólo celebra la cerveza, sino también el diseño, la publicidad y la innovación irlandeses. Descubra cómo Guinness se convirtió en una marca mundial a través de décadas de campañas de marketing icónicas. También conocerá el impacto de la marca en la cultura, tanto en Irlanda como en el extranjero.

Termine con una pinta y una vista

Termine su visita en el Gravity Bar de la 7ª planta. Con unas vistas panorámicas de 360° sobre la ciudad de Dublín, es el lugar perfecto para disfrutar de una pinta gratuita (incluida en la entrada) o un refresco. También puede optar por la experiencia de la Academia Guinness, donde aprenderá a servirse su propia pinta perfecta.

Antes de ir

• 📍 Localización: St. James's Gate, Dublín 8
• 🕒 Duración: Alrededor de 1,5 a 2 horas
• 👥 Ideal para: Adultos, parejas y grupos (nota: los menores de 18 años deben ir acompañados de un adulto)
• Accesibilidad**: Totalmente accesible en silla de ruedas

¿Por qué visitarlo?

Guinness Storehouse ofrece mucho más que una bebida: es un viaje a la cultura, la artesanía y la narración de historias irlandesas. Tanto si es aficionado a la cerveza como si no, la arquitectura, las exposiciones interactivas y las vistas panorámicas lo convierten en un punto culminante de cualquier viaje a Dublín.