De fortaleza gaélica a señorío inglés
El castillo de Parke comenzó su vida como una casa torre del siglo XVI, originalmente hogar de los O'Rourkes, uno de los jefes gaélicos más poderosos de la región. Fue una época de feroz independencia y frecuentes batallas, y la fortaleza original se erigió como símbolo del dominio nativo.
La historia da un giro a principios del siglo XVII, durante la época de las plantaciones, cuando el capitán Robert Parke se hizo cargo del lugar. Derribó la mayor parte de la estructura de O'Rourke y construyó una casa señorial fortificada más cómoda. Esta versión más reciente, por la que se puede pasear hoy en día, fusiona características defensivas con la elegancia de una finca Tudor.
Curiosamente, gran parte de las obras de restauración realizadas en el siglo XX emplearon materiales y técnicas tradicionales -como las vigas de roble del tejado, trabajadas a mano con clavijas de madera-, por lo que el castillo parece hoy auténtico y fiel a sus orígenes.
Explorar el castillo y su entorno
Nada más entrar, le esperan patios empedrados, torres robustas y salas llenas de exposiciones sobre la vida cotidiana en el siglo XVII. Encontrará exposiciones sobre todo tipo de temas, desde la agricultura y el armamento hasta la artesanía local y las historias de las familias que vivieron aquí.
Tómese su tiempo para subir a la torre y disfrutar de las vistas de Lough Gill; no es difícil entender por qué esta zona inspiró el poema de W.B. Yeats "La isla lacustre de Innisfree". De hecho, la propia Innisfree está a sólo un paseo en barco.
También hay un encantador jardín de hierbas basado en diseños tradicionales y, si la visita se realiza en el momento adecuado, se puede asistir a una demostración en directo de herrería o carpintería tradicional.
Consejos prácticos para viajeros
El castillo de Parke está a sólo 10 minutos en coche de la ciudad de Sligo, y está bien señalizado. Es mejor visitarlo durante los meses más cálidos, ya que funciona por temporadas. Se ofrecen visitas guiadas, pero también es libre de explorar a su propio ritmo.
Se recomienda llevar calzado cómodo, ya que el suelo y el terreno son irregulares en algunos puntos, en consonancia con el carácter histórico del edificio.
Para pasar un día perfecto, combine su visita con un picnic junto al lago o una excursión en barco por Lough Gill. Traiga un ejemplar de la poesía de Yeats y vea si es capaz de localizar la isla que despertó su imaginación hace más de un siglo.
