Un castillo construido para el poder
El castillo de Maynooth se fundó a principios del siglo XIII como fortaleza de la familia Fitzgerald, una de las dinastías más influyentes de la historia de Irlanda. Conocidos como los condes de Kildare, los Fitzgerald gobernaban vastos territorios y a menudo se les consideraba los reyes sin corona de Irlanda. Su lema, "Más irlandeses que los propios irlandeses", indica hasta qué punto estaban ligados al destino de la isla.
La torre del homenaje original del castillo era una estructura formidable, diseñada no sólo para defenderse, sino también para impresionar. Y así fue: Maynooth se convirtió en uno de los centros políticos más importantes fuera de Dublín durante varios siglos.
Una rebelión que lo cambió todo
En 1534, el castillo se encontró en el centro de un dramático punto de inflexión en la historia de Irlanda. Thomas Fitzgerald, también conocido como "Silken Thomas" por los finos flecos de seda que llevaban sus seguidores, lanzó una audaz rebelión contra el dominio inglés. Su causa fracasó y el castillo cayó en manos de las fuerzas inglesas tras un brutal asedio. Silken Thomas fue capturado y ejecutado en Londres, lo que puso fin al dominio de los Fitzgerald sobre Maynooth.
Aunque el castillo nunca recuperó plenamente su antigua gloria, la gran torre del homenaje sigue siendo un poderoso símbolo de la grandeza y la agitación de la época.
Qué explorar
En la actualidad, los visitantes pueden pasear por las ruinas y explorar la torre del homenaje, recientemente restaurada. En su interior encontrará fascinantes exposiciones sobre la arquitectura del castillo, la dinastía Fitzgerald y las intrigas políticas de la Irlanda medieval.
El lugar está bien interpretado, con una señalización útil y un personal realmente apasionado por compartir las historias que dieron forma a este lugar. El contraste entre las escarpadas murallas medievales y los modernos paneles expositivos constituye una experiencia cautivadora.
Consejos prácticos para su visita
El castillo de Maynooth se encuentra a un corto paseo de la estación de tren y cerca del animado centro de la ciudad, lo que lo convierte en una parada ideal en una excursión de un día desde Dublín. La entrada es gratuita y durante los meses de verano se organizan visitas guiadas, perfectas si desea profundizar un poco más en la historia.
Lleve calzado resistente, sobre todo si tiene pensado subir alguno de los escalones de piedra, y tómese su tiempo para pasear. El recinto es tranquilo y contemplativo, y merece la pena detenerse para absorberlo todo.
Mientras estés en Maynooth, tómate un café y pasea por la cercana Avenida Carton, una antigua calzada bordeada de árboles que antaño conducía a la gran finca de Carton House. Es un paseo encantador y una forma estupenda de completar la visita a uno de los castillos con más historia de Irlanda.
