
Una estancia llena de historia en la Milla Medieval
El Hotel Pembroke ocupa un lugar con un curioso pasado. En la década de 1930, albergaba el Statham's Garage, uno de los garajes favoritos de los aficionados a las carreras. El famoso Statham-Ford Special, un elegante Ford V8 de carreras, se construyó aquí y una vez rugió en el Gran Premio de Limerick. Hoy en día, una reluciente réplica de ese coche sigue viviendo en el interior del hotel como homenaje a sus raíces automovilísticas.
Las modernas comodidades llenan ahora las 84 habitaciones del hotel, muchas de las cuales ofrecen preciosas vistas del castillo de Kilkenny o de los tejados del casco antiguo. Los interiores son frescos y elegantes, pero conservan el carácter de la ciudad.
Qué ver y hacer
El castillo de Kilkenny está a sólo unos pasos. Esta impresionante estructura vigila el río Nore desde el siglo XII y es uno de los mejores castillos anglonormandos de Irlanda. Desde allí, pasee por la Milla Medieval, donde cada esquina empedrada revela otro capítulo de la larga historia de la ciudad.
Dentro del hotel, el bar y restaurante Statham's es un punto culminante en sí mismo. Sirve platos de origen local y desayunos galardonados que suscitan elogios más allá de Kilkenny. Por la noche, el ambiente se anima con música, cócteles y alegres conversaciones.
¿Necesita un respiro? Baje las escaleras y diríjase al Mint Medispa. Es un espacio tranquilo que ofrece tratamientos relajantes y terapias profesionales para el cuidado de la piel. Es especialmente agradable después de un día entero de turismo.
Otras joyas locales son Rothe House, una casa de mercaderes Tudor magníficamente conservada, y la Abadía Negra, donde la luz se filtra a través de las vidrieras medievales. Para divertirse, únase a una visita guiada a pie en la que se mezclan la narración de historias, el humor e incluso una pinta en un pub tradicional.
Consejos prácticos
Si puede, reserve una habitación orientada al castillo. Sólo por las vistas ya merece la pena. El aparcamiento es gratuito y el hotel dispone de puntos de recarga para vehículos eléctricos. Una vez aparcado, deja el coche y explora la ciudad a pie. Kilkenny es una ciudad compacta, y eso forma parte de su encanto.
Capte la luz dorada del atardecer desde su habitación o desde el césped del castillo. Kilkenny tiene un brillo mágico al atardecer, y es un momento que se queda contigo mucho después de que termine tu viaje.